No cabe duda de que sentirse bien es un proceso integral; de comer bien, hacer ejercicio, ser productivo y saber descansar. Pero también es fundamental estar en lugares y rodearse de cosas que nos hagan sentir en paz e inspirados. Un espacio puede hacer la diferencia con respecto a nuestro estado de ánimo; puede generarnos vitalidad o todo lo contrario.
Estos son unos ejemplos de pequeños rincones llenos de vida:
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