Por: Angélica Figueroa Saldaña
El giro cingulado es la zona del cerebro que nos permite cambiar el
centro de nuestra atención, pasar de una idea a otra, ver las opciones que
tenemos en la vida, contener los sentimientos de
seguridad física y emocional, además de la flexibilidad cognitiva, es decir, la
capacidad de la persona de “dejarse
llevar”, adaptarse al cambio con facilidad, abordar los problemas con éxito
o hacer las cosas de distintas maneras, más creativas y renovadas.
Por lo tanto, cuando esta área del cerebro se ve afectada, podemos tender a preocuparnos más,
aferrarnos a las ideas del pasado, quedarnos atascados en pensamientos y
conductas (obsesiones), tendemos a discutir más, aparecen dolores crónicos,
trastornos alimenticios, ira y violencia al conducir y en algunos casos el
trastorno obsesivo compulsivo (TOC).
Para poder mantener la mente tranquila, es importante estar atentos a nuestros pensamientos obsesivos y actuar frente a ellos de una manera distinta.
Algunas recomendaciones que nos comparte el Dr. Daniel G. Amen (Cambia tu cerebro cambia tu vida) son:
Cuando te
quedes atascado, distráete y retoma el problema más tarde. (Canta tus
canciones favoritas, escucha música que produzca sentimientos positivos, da un
paseo, haz alguna meditación planificada, concéntrate en una palabra y no dejes
que te entre en la cabeza ningún otro pensamiento)
Escribe las opciones y las posibles soluciones (1. Escribe
el pensamiento, 2. Haz una lista de lo que puedes hacer con esta preocupación,
3.Haz una lista de lo que no puedes hacer respecto al pensamiento.)
Cuando te
sientas bloqueado, pide consejo a los demás.
Intervenciones
alimentarias (Ingerir alimentos que aumenten los niveles de serotonina
como: pastas, patatas, pan, pollo, pavo, salmón, ternera, mantequilla de
cacahuate, huevos, guisantes y la leche, que son alimentos ricos en triptófano)
El
ejercicio (ayuda a calmar las preocupaciones y aumenta la flexibilidad
cognitiva).